viernes, 15 de agosto de 2014

en un rincon de la Danza de la Muerte

Los que bailan con la muerte, pueden ser seducidos por ella, sucumbiendo a su encanto y terminando durmiendo eternamente en su manto. Los suicidas son los mejores danzantes, los que le siguen hasta un cuarto apartado, solo para echarse a llorar y salir lo más rápido posible, pero en ese andar el suicida pierde algo de sí, un poco de humanidad, de amor propio, los terrenales le vamos perdiendo cada vez más, es como sí su espíritu se elevara y al regresar a su cuerpo ya no fuera el mismo, al espiritu le gusta más volar que caminar, pero al caminar se pueden tener tantas cosas, las almas que aun están unidas al moribundo le ruegan que siga andando, no lo quieren ver desvanecerse en la niebla de la noche fría, pero él lo sabe ya, es el único cuerpo caminante que aún no está muerto, se resiste a seguir a la muerte al otro lado, no quiere jugar a las cartas en ese cuarto tan apartado, no desea ir a dar una vuelta al mundo levitando, ama demasiado sus pies, pero sobre todo a los pies de sus seres queridos, pero ese baile eterno que no le deja descansar, como hacer para evitarlo si le tienta tanto? la muerte lo acosa, le miente, le engana y manipula, le cuenta historias, que ya no lo incluyen, lo avienta a un mundo desolador sin armas, solo para que él piense que ya nadie lo necesita, que lo mejor es que le siga, al otro lado, todo es felicidad, le grita, le dice que no hay dolor ni ganas de respirar, que todo va a estar mejor, pero que sabe la muerte de la vida? lo mismo que un arma sabe acerca de la paz, en lo absoluto, pero el suicida ya casi sin fuerzas de pelear, sumido en sombras de confusión, le empieza a creer, comienza a acostumbrarse a la idea de sonar sin tener que despertar, de volar y observar a los demás de un rincón lejano, el baile cada vez es más intenso, solo falta el último paso, y el suicida le pertenecerá por siempre. Tal vez el atentar contra la vida propia, es un pecado capital, que impede la santa sepultura y no vas al cielo sino al Infierno, pero realmente se puede decir que se comete suicidio conscientemente del acto?, que pasa sí una depresión profunda, un camino sin salida, una soledad que lleva de la felicidad a la desolación en un segundo, que sucede cuando lo único que queda es llorar por más de 2 semanas, y la tristeza no se acaba, a eso le llamamos suicidio? un pecado?, tratar de salvarse a uno mismo de un mundo lleno de dolor? es un acto egoísta? que tal si se lleva luchando toda la vida contra la muerte? por amor a los demás, pero el dolor es tan grande que es insoportable, que el filo de las lagrimas llegan hasta los huesos, se sangra por dentro y nadie puede verlo, saltar apenas con una sonrisa tenue para no mostrar toda el agua salada que se desborda por los ojos. Cuando era pequena, en un viaje al extranjero, conocí a una joven universitaria muy amable, inteligente, se le veía en los ojos sus ganas de vivir, de luchar, de aprender nuevos idiomas, de recorrer varios países, hablaba con ilusión de su próxima boda, siempre amable, sonriente, cuidó de mi hermana y de mí, jugó con nosotras y nos contó historias de caballeros y príncesas encantadas, era todo corazón y adoraba a su familia, después de 2 semanas me enteré que se suicidó unos días después de habernos conocido, ella se tomó una botella de tequila, vestida de novia y terminó con su vida; atravesaba una terrible depresión por mucho tiempo, estaba medicada con antidepresivos, su novio la dejó y no pudo con la tristeza; eso es un acto egoista? no lo creo, ella luchó y fue derrotada, pero que nadie me diga que no le importaba su familia, simplemente no pudo con el dolor de seguir viviendo.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario